miércoles, 25 de mayo de 2011

Las horas pasan en silencio, solo irrumpe en aquella habitación el sonido de los objetos antes tan insignificantes como el recorrer del tiempo en un reloj viejo colgado sobre el estante mas alejado o el sonido producido por aquella cortina al rozar con aquel mueble que ocupaste para leer las obras antiguas. Aun así busco encontrar en ella algún indicio, algo que me acerque a la verdad.

Expectante, es la única manera que tengo para describir el interés que existe en mi de saber como transcurren los días ahora que te haz desvanecido sin dejar nada atrás. Si es cierto vi tu mirada, en ella había soledad, tristeza, rebelión y tantas otras cosas que no se pudieron sofocar, quiero saber, quiero estar cerca. Pero de que me sirve pensarte cuando no se cuanto va a tardar.

Extraño verle, es injustificado este sentimiento cuando no se quien es, cuando no se como es, cuando al pensarle solo me invaden sentimientos llenos de dolor y sufrimiento, quisiera haber podido hacer mas. Quisiera que hubiese escuchado todo lo que tenia para decir, ahora hay un enorme silencio cerniéndose por todo el lugar, no es ese silencio que crees, por que ha pesar de que hay sonidos de todo lo que rodea el espacio no se puede percibir el sonido que proviene de ti.

Es verdad, cuando conocemos el sonido que produce el tener un alma cerca, un cuerpo que traspira vida por todos los poros, una esencia que muestra a todos el color que tiene cuando sus sentimientos se llenan y forman diferentes emociones.