viernes, 13 de febrero de 2009

CRONICAS

cuando nuestras acciones afectan a las personas que se encuentran a nuestro alrededor, cuando la sensacion que nos deja una sola accion no es satisfactoria, es en ese momento que descubrimos; que no estamos haciendo lo que nos enseñaron, que nos revelamos y ya no pertenecemos a ese nucleo que idoneamente estuvo relacionado con nuestro espiritu desde la infancia.

Ahora somos parte de nuestro propio entorno, un lugar en el que la responsabilidad de nuestros actos se vuelve diligente, somos dueños de nuestro destino, somos lo que hemos recorrido. Aunque si lo pensamos detenidamente, nos daremos cuenta que tal vez nos gustaria no tener tanto esfuerzo por delante, si; es verdad, si se pudiera ser niño por siempre, estariamos en la posicion de depender de los padres, pero aparecen entonces preguntas que tal vez solo quienes no han tenido esa dependencia, puedan responder.

lo extrañó de todo es que mientras algunos vivimos en un nucleo familiar, hay quienes no lo han hecho, se dedicaron a vivir una vida de adultos, pasando por alto la dulce infancia, para ellos se perdio ese buen sentimiento de responsabilidad limitada a los quehaceres que los padres les delegaban, si; la dulce niñez que nos permite jugar con los amigos del barrio, la niñez que nos llena de alegrias pasajeras, que cuando se llega a cierta edad fingimos que tenemos. Nos damos cuenta lo importante que es conservarla cuando ya no se tiene.

somos unos tontos que perdieron la razon de la verdadera existencia, añoramos es verdad, pero tenemos un nivel de negacion tan elevado que no nos damos cuenta que amamos lo que se perdio hace mucho. Se quiere recuperar esos sentimientos tiernos y libres de angustias, sin embargo y sin razon alguna; ya no es lo mismo, aprendimos a estar llenos de amargura, de rencor hacia quienes nos rodean y de quienes sentimos que nos llenan de frustracion, cuando evidentemente somos los unicos culpables de lo que tentemos.

cultiva para que coseches, dicen los granjeros y campesinos, estan tan seguros de lo que dicen que aparentemente no tienen a nadie que objete lo que sale desde el fondo de su raciocinio, lo que nunca se tuvo no se debe añorar, pero lo que ha existido desde antaño se debe llevar grabado hasta que el ultimo suspiro nos llene los pulmones y luego se apague.