viernes, 9 de marzo de 2012

Cuando las personas se dejan regir por las acciones negativas y por la necesidad de molestar a quienes los rodean sin medir las consecuencias de sus actos, hacen que el camino que tenían designado se pierda hacia senderos oscuros.

Somos víctimas de las circunstancias que creamos, estamos hechos de las decisiones que tomamos, deberíamos tener en cuenta que toda acción que llevemos acabo aunque pensemos erróneamente que no nos afectara, de una manera u otra lo hará.

Sin dudarlo deberíamos entender también que no nos alcanzara la vida para darnos cuenta de lo equivocados que podemos estar, que este inmenso mundo nos puede llenar de privilegios y de regalos sin precedente con solo abandonar el camino oscuro que nos vamos forjando.

No es mentira aquello que dicen de que seremos victimas de nuestro propio invento.

Lo terrible que se puede llegar a ser cuando se piensa solo en como lastimar a quienes nos rodean, es algo totalmente incalculable, si supiéramos que desde el fondo del corazón a los únicos a los que estamos realmente maltratando es a nosotros mismos, tal vez solo tal vez aprenderíamos a vivir aceptándonos mutuamente y aprendiendo que nunca seremos iguales, que por nuestras grandes diferencias podemos llegar a ser mejores si amamos de verdad y sin condiciones.