No había notado lo que en sus pensamientos iba y venia constantemente, trataba de que nada perturbara el momento mientras sus cálidas manos recorrían la espalda desnuda de su acompañante, una sensación de calor la invadía desde lo mas recóndito. Se sentía satisfecha de poder estar allí, complaciéndolo, sin embargo no estaba cien por ciento segura de sentirse realmente bien haciéndolo, por un momento dudo y en ese segundo de dudas se abrió la puerta que intentaba mantener cerrada por todos los medios. Deseaba que todo fuese diferente, no entendía en que momento de su vida había perdido lo que la unía a los demás.. una sensación de desesperanza se elevo hasta su pecho, quería que las cosas que estaban sucediendo en ese momento fuesen compartidas, quería que su cuerpo vibrara ante las caricias recibidas.
Pero no era así, era como si su cuerpo se hubiese desconectado de su alma, como si estuviese entumecido totalmente, como cuando un calambre invade alguna parte de tu cuerpo y lo único que puedes hacer es esperar que la sangre circule nuevamente a través de el para poder volver a sentirlo tuyo. Trato de volver al instante en que sus miradas se cruzaron, de ver el deseo que el había despertado, de pronto advirtió que el lo sospechaba, entonces como muchas otras veces había hecho fingió, trato que su cuerpo se removiera, lo beso intentando despertar el deseo, dándole respuesta a sus dudas. Él se sobrecogía, mientras la sentía suya, cada parte de su cuerpo era única para el, no tenia que pensar en lo que podía disfrutar solo lo hacia, a diferencia de ella, el no tenia ningún impedimento que lo alejara de la satisfacción.
