miércoles, 23 de julio de 2008

Despertando por FIN.

Te he observado; durante mucho tiempo, no puedo decir que te conozco, es mentira...
trato de que mis pensamientos estén acordes con los tuyos, intento que las facciones de tu cara me dejen ver aquellos sentimientos que se esconden y que solo de vez en cuando dejas salir a mostrarme lo muy cruel o sensible que puedes llegar a ser.

Odio cuando no sabes lo que deseas...

Eres tan imposible a veces, que no se por que pierdo mi tiempo. Yo no te debo nada, tu a mi tampoco, pero no soy capaz de despreciarte de la misma manera en la que he visto que me desprecias a mi.

A veces siento que soy yo quien esta mal, al intentar comprender y disculpar todas esas desagradables actitudes que sueles tener.

Me siento impotente... No se para que insisto, acaso mi auto estima esta tan por debajo de lo normal, por que de que otra manera se puede explicar lo que hago por ti.

No soy tu esclavo. Y si lo miras detenidamente cuando mires al horizonte sabrás, que me fui por que por fin desperté del letargo absurdo en el que me había sumido por pensar en ti.

1 comentario:

Marina Judith Landau dijo...

A veces necesitamos transitar por relaciones que nos hacen daño para aprender algo vital. A veces necesitamos darnos cuenta de que nuestra autoestima está baja y permitimos lo inmerecido. Y darnos cuenta de que nuestra autoestima es cosa nuestra y depende de nosotros amarnos y respetarnos...y que en definitiva depende de nosotros ser felices y decidir y elegir, y hacer con nuestra vida lo que libremente hagamos.
Deseo que de todo esto hayas podido sacar algo en positivo. Deseo que estés bien. Deseo que seas feliz.
Un abrazo, con el alma.