sábado, 6 de marzo de 2010

Y... sin querer me encontré en ese espacio indefinible, espacio sin fin que me envolvía. En esta nada pude ver como soy internamente, me alegre de encontrarme alejada de todo y de todos, me entristeció verme en medio de la nada tan solitaria, como lo había estado cuando aun estaba en la tierra real, acompañada de cientos de seres a mi alrededor pero perdida. Reí de una manera casi histérica al no tener mas que mis pensamientos abrumadores, llore al pensar que no podría volver y que allí moriría en medio de la locura que puede llegar a controlarnos para no aceptar la verdad.

Pero, ¿Que es la verdad? ¿Que es la soledad? ¿Que es la nada? ¿Que es la locura? Cientos de preguntas se remolinaban en medio de este silencio absoluto, solo un susurro de llanto se escuchaba, ese susurro me despertó del letargo irremediable en el que me sumí por culpa del pánico de ser nadie en medio de nada.

lo busque con los ojos llenos de lágrimas, lo busque tanteando con las manos al pensar que era alguien invisible a mis ojos llorosos, lo busque con el olfato en medio de este espacio tan amplio y desolado, lo busque... Pero, era un eco el que se reflejaba a través del espacio solitario, camine en todas direcciones lo mas lejos que pude y después de tanto andar el cansancio empezó a apoderarse de mi, con el animo casi al borde del fin, me senté. Al cabo de unos minutos comprendí que no había tal cosa, que el susurro provenía de mi.

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