Si fuera tan fácil, tal vez se sabría que hay millones de cosas que tenemos en común, pero como no somos iguales; eso no tiene mucha importancia, además lo que siempre se intenta hacer es mantener el anonimato a toda costa.
Tal vez sea atrevido pensar que muchas personas están en la misma circunstancia, a lo mejor lo que nos ata al silencio es la vergüenza que nos causa que sepan o se vea ese lado oscuro y perverso que poseemos. Porque si somos honestos por una sola vez, puede que al ver la reacción que tengan quienes están cerca; no nos guste que no exista aprobacion o que se creen juicios al conocer ese ser que se encuentra guardado bajo las sombras de la negra noche.
Pero como se puede cambiar eso cuando desde nuestro nacimiento estamos condicionados por la familia, la sociedad y nosotros mismos, eso es lo que hemos aprendido y es lo que enseñamos a diario.
Porque que se le puede pedir a alguien a quien desde pequeño se le a dicho que algún día tendrá la capacidad de tomar decisiones, y si; quizás habrá un momento en su vida que lo haga, pero mientras llega ese momento lo único que se hace es atarle las manos al no permitirle conocer sus capacidades, se dice que a los niños hay que protegerlos y en la actualidad existen normas y reglas para hacer eso, pero también deberíamos enseñarles que ellos son personas, que su actitud es parte de esta sociedad, no deberíamos relegarlos al solo hecho de ser niños, que no saben lo que hacen; cuando ellos demuestran a cada minuto que si saben, que son capaces y que los subestimamos de una manera tan abrumadora que se vuelve asfixiante.
Quizas cuando aprendamos a conocernos y aprendamos lo que somos, seamos capaces tambien de aprender a enseñar al que quiera, lo que desee conocer de si mismo.
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